El campeón de la Dimayor 2005 es un constante en la Liga Metropolitana desde 2018. Hoy está en camino a revalidar su título junto a Olimpia en la categoría +40.

¿CÓMO FUERON TUS INICIOS EN EL BÁSQUET? ¿DÓNDE JUGABAS? ¿CON QUIENES?

Mis inicios fueron con mis compañeros de cursos en las divisiones inferiores del Club Deportivo Universidad Católica. Cuando las canchas quedaban en Campus Oriente eran unas canchas ahí, de baldosa al aire libre. Esos fueron mis inicios durante las primeras categorías.

Jugué siempre en católica, desde que tengo 13 años hasta mi retiro. Entremedio jugué por la Universidad, en algunas selecciones nacionales Y selecciones de Santiago.

Compartí en la cancha con jugadores como Christian “Shaq” Díaz, Rodrigo Espinoza, Nicolás Ramírez con quien juego en Olimpia hoy y con Patricio Briones en alguna oportunidad.

SE DESARROLLÓ COMO PROFESIONAL, ¿CÓMO RECUERDA ESA ETAPA?

Fue una etapa muy, muy buena. Partí entrando al equipo a los 17 años, casi 18. Durante un par de años fue súper duro porque obviamente entrenábamos mucho, no jugábamos nada, apenas nos citaban a los partidos. Muchas veces por estar citado en esos partidos no podíamos ir a los partidos de nuestras categorías y ni siquiera jugábamos minutos en los entrenamientos, así que fue difícil. Había que tener mucha paciencia para poder aguantarse todo lo que significaba el entrenamiento y la exigencia sin jugar.

Hasta que de pronto empezaron a caer minutos. El equipo de la Católica hizo un cambio en su estructura y decidió empezar el campeonato con jugadores formados en casa donde estaba, Percy Werth, Enrique Onetto, Christian Díaz, Sebastián Villar, Tomás Pérez y otros.

Armamos un equipo joven que empezó a abrirse camino. El primer año fue súper complicado, aparte ese año el entrenador de siempre que era Miguel Ureta, se fue a Argentina y quedamos a cargo de de Alejandro Coloma.

Fue difícil. Difícil porque la verdad es que al comienzo no ganamos nada, pero fue un tremendo desafío, súper motivante que que empezamos a tener estos minutos de pronto y eso nos ayudó un montón a cohesionarnos, a ser un equipo, una familia y de ahí hacia adelante.

Bueno, fuimos creciendo hasta llegar a ser campeones.

Con esa base, unos años después, cuando el mono había vuelto. Pero fue muy nutritivo, porque fue una buena escuela haber pasado toda esa etapa, haberse bancado toda esa responsabilidad. Alejandro fue muy buen entrenador, nos enseñó un montón. Y después, cuando volvió Miguel, con toda la experiencia que tenía Argentina, nos dio el empujón que necesitábamos para llegar al a la punta del campeonato.

Jugué, 21 años como profesional en el mismo equipo. Conocí a mucha gente, tuvimos muchas experiencias. Años muy buenos y otros no tanto. Campeonatos internacionales excelentes, otros no tan buenos. Fue muy enriquecedor. El deporte tiene muchas virtudes, requiere mucho sacrificio, mucho.

¿CÓMO VIVIÓ EL CAMPEONATO DE OLIMPIA LA TEMPORADA PASADA?

El campeonato pasado de Olimpia fue un súper campeonato porque armamos el equipo. Durante las últimas temporadas habíamos estado con poca gente o la gente justa, y eso nos estaba haciendo llegar con la gente demasiado al límite. Y llegamos a playoffs con jugadores lesionados, con poco rodaje como equipo y obviamente cuando se trata de definir un campeonato todos dar lo mejor de sí.

El año pasado tuvimos dos refuerzos que fue Nicolás Ramírez y Montaner, que nos afirmaron. Nos dieron una base adicional, un poco más de energía, con eso logramos nivelar y no bajar nuestro nivel durante el campeonato y salir campeones. Así que fue una buena temporada la última.

ADEMÁS DE JUGAR EN LA METRO, ¿A QUÉ TE DEDICAS HOY? ¿DESDE CUÁNDO JUEGAS EN LA METRO? 

Yo soy constructor civil. Hoy día, trabajando de manera independiente. Juego en la metro de este y que me retiré, el 2018.

Lo que más me gusta jugar en la Liga es poder estar con mis amigos y compartir en la cancha. Jugar básquetbol, que obviamente es una cosa que me gusta mucho, lo disfruto enormemente.